viernes, 15 de enero de 2010

Musa


Has cantado y tus notas palpitan sobre mis dedos
una union metalica, y desenfrenada
mis manos explorando tu electrizante naturaleza,
tu sabor a nube que viaja en mi sangre calcinada

Eres el suspiro inmaterial, rayo azul de cielo
que vives de los inagotables secuestros que el aire
hace de mi aliento, te bañas escondida entre las formas
y de lineas y curvas, mientras tu cuerpo en mis manos arde


devora la sutil naturaleza de un susurro tiritante
que escala de mano en mano a mi pecho sumergido
en la etèrea sensacion que serpentea en tus ojos
y atraviesa la piel de mi nombre en tu oido


yo veo, solo a veces tu cintura de vela
rodar entre mi manos y el palorosa
no tan diferentes de tus piernas con su propòsito desnudo
mientras yo extranjero, escucho las melodias de tus dulces flores

que frio es el silencio cuando no cantan tus ropas de madera
con olor a la sinfonia de nocturna de tu piel y manos humeantes
curiosamente cerca y para mi pecho tatuado un tanto lejanas
y como un sueño de luz quisiera que estuvieran pegadas a mi entrañas


hoy dormiras a mi lado, cultivando en mis sueños
el sonido que da vos a los vestigios de tu boca callada
y ver nacer la luz en tus parpados con cada estrella
cuando tu alma pùrpura deja mi boca con un beso sellada

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